CRÓNICAS DE UN MILAGRO

MIEDO A PERDER

¡¡Un día tuve mucho miedo a perder!!

Hace tres años y medio, en un accidente a mi esposo lo balearon por robarnos, y ese disparo comprometido varios órganos vitales de su cuerpo, estuvo en un tiempo realmente crítico “está más allá que acá” fueron las palabras que dijo el internista después de pasar por reanimación y una primera cirugía; ¡Ese día tuve mucho miedo a perderlo!

Te cuento que lo relaciono con este tiempo de COVID 19, porque en ese tiempo “entré en una cuarentena voluntaria”, ya que solicité en mi trabajo una licencia no remunerada, estuve todo el tiempo de la clínica a la casa y de la casa a la clínica, procure siempre tener mucho cuidado con no entrar bacterias a ninguno de los dos lugares, siempre mantenía bata, guantes y tapabocas, ya que mi esposo estaba aislado por una bacteria, durante 5 semanas en UCI más el tiempo de hospitalización.

Puedes pensar que es algo exagerado hacer este tipo de relación, pero con mi corazón lo siento y cada día que pasa, recuerdo ese instante como si lo estuviera viviendo hoy.

Somos humanos y hay circunstancias que nos hacen sentir miedo, quizás tengas miedo hoy a perder un ser querido, o perder tu trabajo sin saber que va a pasar, o quizás tengas miedo a perder tu empresa y tener que despedir empleados donde sabes que familias enteras dependen de ellos.

Quizás tengas miedo así como yo lo tuve, pero ese mismo día, en medio del miedo y la incertidumbre, DIOS me dio una promesa a través de mi pastor, que lleno mi vida de esperanza y paz, fue tan poderosa la palabra, a pesar de que venían días cada vez peores yo seguía confiada y creyendo con toda mi alma en esa promesa, pero quiero decirte que para mantenerme en pie creyendo en esa promesa, cada día estuve alimentando mi fe a través de la palabra de Dios, esa promesa fue alimentada por mas palabra en intimidad, que confirmaban y levantaban mis fuerzas, porque todos los días las fuerzas se agotan y hay que renovarlas en su presencia.

“Él renueva mis fuerzas, Me guía por sendas correctas y así da honra a su nombre, aun cuando yo pase, por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado, Tu vara y tu cayado me protegen y me confortan” Salmos 23: 3-4

Con esto no te escribo para solucionarte tu miedo, solo quiero decirte que mi miedo se fue, cuando escuche la voz de Dios, porque su fidelidad es para siempre y cuando te promete algo lo cumple. Este tiempo es para que te mantengas en su presencia, crece, conócelo, es tan perfecto, maravilloso y hermoso, donde sentirás que nada más te falta.

Escucha atentamente lo que él te dice con respecto a ese miedo, aférrate a esa palabra con todo tu corazón, porque el promete que cuando estemos en problemas o crisis nunca nos dejara “Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento Salmos 23:4” así es, no estamos exentos de pasar tormentas, pero su promesa es que estará con nosotros y no nos dejará.

Recuerda:

1. Escuchar su voz a través de su palabra cada día.

Al leer la biblia, dedica un tiempo a meditar en lo que estás leyendo, repásala una y otra vez en tu mente “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” 2 Timoteo 3:16

“¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca” Salmos 119:103

La biblia es una “carta de amor”, nos revela el corazón de Dios, y cuanto más la leamos atenta, frecuente y reflexivamente, más conoceremos su corazón y sus intenciones de amor hacia nosotros. (biblia devocional mujer verdadera.)

Te animo a que te apropies de cada palabra y la ates a tu corazón.

“Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios.

Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa” Isaías 41:10

¡TE BENDIGO! Andrés Henao y Angela Vásquez

A PESAR DE…

(Por favor antes de leer este segundo capítulo, debes conocer MIEDO A PERDER)

Durante esas 5 semanas en UCI, mi esposo estuvo de mal en peor, las malas noticias siempre nos acompañaron, ¡la bala le hizo tanto daño!; los doctores tenían que priorizar en lo que era más grave para intentar salvar su vida, pero cuando había un avance en un órgano crítico, le salía otro problema, le creció un hongo en todo el estómago y adicional al tercer día, lo aislaron porque le entró una bacteria. Ese es el dictamen de los primeros días.

Ocho días después del disparo, le empezó a salir una especie de infección en la piel, tenía un color rojizo que le bajaba hasta su rodilla y por sus poros le salía pus, “no sabemos a qué nos estamos enfrentando” fue lo que dijeron los doctores y al día siguiente “parece que la bala estaba envenenada” afirmaron después de la cirugía, lo cual hizo que la bala infectada dañara su musculo, esto fue tan grave que debían estar haciendo lavados y estar cortando piel muerta cada vez que lo entraban al quirófano.

Es un momento para estar devastada, pero todo el tiempo sentí como si Dios me tuviera en una burbuja invisible, donde no permitía que esas palabras apagaran mi fe, ¡fue tan especial! que cada día le di gracias a mi Señor y lo adoré; Me enfoque en agradecerle por su amor, por la situación que estábamos pasando, el propósito, su palabra y por un nuevo día.

¿Sabes porqué es tan poderosa la adoración?, porque dejas de enfocarte en tu necesidad y te enfocas en el primer lugar que es Dios.

“Adora al Señor tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. Yo apartaré de ustedes toda enfermedad. Éxodo 23:25”

Todos los días, cantaba y alababa a su nombre, honrando su presencia. Precisamente en un día malo en medio la adoración en mi cuarto, tenía mis ojos cerrados y mis manos levantadas al cielo y Dios me llevó a una visión, era la primera vez que lo experimentaba, ¿y sabes por qué? Dios te lleva a un nuevo nivel cuando te enfocas en adorarlo por encima de esa tormenta tan fuerte, así le das el primer lugar y esto ocasiona que se abran las puertas de los cielos y Dios tome el control.

Con respecto a las noticias a nivel mundial, todo se ve de mal en peor, podemos ver una tormenta que parece no tener fin, tocando de una manera u otra nuestra vida y familias. Me estremezco y oro, no solo por mi país, sino por el mundo entero.

No sé si estés recibiendo noticias cada vez peores, de la salud de algún familiar, o de la empresa para la cual estés trabajando, o del arte al que te dedicabas, a pesar de esto solo ADORA Y DA GRACIAS, porque Dios tiene un plan diferente que tú y yo no vemos, pero que con fe podemos estar seguros que Dios tiene el control y sigue estando en el trono.

Te puedo asegurar que soy una persona muy aterrizada y no cierro mis ojos a la realidad, pero sé que Dios es más grande y que puede transformar esa circunstancia, de un día para otro y cambiar una maldición en bendición.

“..Sino que convirtió su MALDICIÓN en una BENDICIÓN para ustedes, porque los ama. Deuteronomio 23:5b”

Este es un tiempo para tener una dependencia absoluta a Dios, que ores y le pidas por tu familia y mundo entero, pero también tomes un tiempo cada día para agradecer a pesar de…, adorares y alabes; Y empieces a ver con los ojos de Dios los milagros que quiere hacer en tu familia y en tu casa

Recuerda cada día:

1. Escuchar su voz a través de su palabra (MIEDO A PERDER)

2. Da gracias y adóralo (A PESAR DE)

Mientras adoramos y alabamos a Dios, Él hace milagros y se ocupa de tus cargas.

“Señor, tú eres mi Dios; te exaltaré y alabaré tu nombre porque has hecho maravillas desde tiempos antiguos, tus planes son fieles y seguros. Isaías 25:1”

TE BENDIGO. Andrés Henao y Angela Vásquez

AUNQUE NO CREAS

Como te lo mencione en MIEDO A PERDER, fue un intento de robo donde el fletero le disparó a mi esposo, y sin darme cuenta ignore por un tiempo por qué estábamos allí, solo me enfoque en el propósito que Dios tenía con todo esto.

Un día cuando mi esposo ya tenía medico en casa, vimos la noticia de que un fletero mató a un joven por robarle la moto, en ese momento salió a flote el dolor que tenía por dentro, sentí como si una puñalada atravesara mi corazón, me invadió mucho el dolor por los familiares del joven, que me llevó a orar y clamar por aquella familia. Pero por las personas que hacían este daño, empecé a sentir rabia y rencor, yo no entendía como la justicia de este país podía dejar libre a estas personas que les hacen tanto daño a las familias.

Esa misma semana empecé a soñar que estaba manejando un carro y presenciando como fleteaban a unas personas, me vi en el sueño pisandolos y pasándoles por encima, y despierta seguía pensando que deberíamos unirnos como sociedad para defender a los que les hacen daño y acabar con todos los fleteros y solo decir: “uno menos”.

AUNQUE NO CREAS me da vergüenza confesar esto, pero tenia un dolor tan profundo por el daño que nos causaron que después de esa noticia solo podía pensar en una sociedad sin ellos, oraba por esto, y hablaba al respecto sin darme cuenta del daño que le estaba causando a mi esposo en recuperación.

El espíritu santo me guió a este versículo: “Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para Salvarlas. Y se fueron a otra aldea” Lucas 9:54-56

Esta palabra atravesó mi corazón y me pregunte ¿quién soy yo para decidir quien es bueno o quién es malo? solo Dios le corresponde esta responsabilidad, le pedí perdón a Dios y le entregue mi corazón que sacara toda rabia, rencor y me ayudara a perdonar; entendiendo que ellos actúan ciegos y están tan alejados de Dios que no se dan cuenta las consecuencias de sus actos, necesitan la luz para ser libres de esa prisión.

Ahora te puedes preguntar ¿eso qué tiene que ver con la cuarentena? te respondo: ¡mucho!, porque estamos en un tiempo muy especial, donde Dios quiere recuperar las familias y es el momento para que tu perdones a quien te haya dañado, es un tiempo para perdonar a nuestros padres, hijos, abuelos, hermanos, etc, por el daño causado, por esas palabras que rompieron nuestra alma y nos dejaron cautivos en el rencor y la amargura, para sanar esas discordias entre hermanos que causaron distanciamiento en la familia, es un momento para reconciliarnos y perdonarlos en oración, frente a Dios.

Puedes pensar ¿y cómo hacerlo?: para perdonar por completo, debes saber que solo se logra mirando a la cruz; vas a darte cuenta, que tu también hieres, dices palabras ofensivas que dañaron a alguien, y que aun mayor dañaste el corazón de Dios que entrego todo por ti, pero, aun así: Dios está dispuesto a perdonarte, salvarte y darte mas de lo que puedas merecer, esa es su GRACIA, porque su perdón es un regalo. Así debes tu entregar el perdón como un regalo, aunque no se lo merezca es la única forma para salir del cautiverio de dolor, así como Jesús te perdono tú también debes perdonar.

Dios quiere hacer un milagro en tu familia, no se cual sea, ¡pero tu si lo sabes!, el Espíritu Santo te va a llenar de gracia y amor por esa persona que te daño, va ayudarte a perdonar para que puedas salir de ese cautiverio de dolor como en el que yo estuve, dándote compasión, por las personas que te hieren.

“El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición” Malaquías 4:6

Este es un tiempo para sanar heridas y brindar perdón, ser herramientas de sanidad para tu familia, recuerda Dios quiere hacer un milagro en tu casa y tu serás su instrumento. No tienes que decirle nada a la persona que has perdonado, el perdón es un asunto entre tu y Dios; pero si te llevara a tener un comportamiento de misericordia trayendo reconciliación.

AUNQUE NO CREAS el perdón trae libertad.

Recuerda cada día:

1. Escuchar su voz a través de su palabra (MIEDO A PERDER)

2. Da gracias y adóralo (A PESAR DE)

3. Regala perdón y permite que Dios sane tus heridas mirando a la cruz (AUNQUE NO CREAS)

TE BENDIGO. Andrés Henao y Angela Vásquez.

CAMBIO DE PLANES

Aproximadamente 15 días después de ingresar al hospital, cuando entre a ver a mi esposo lo encontré extubado, despierto y hablando, fue uno de los días más felices de mi vida, él dijo: “amor, vámonos del hospital antes de que venga el calvo” (el calvo era el doctor) yo no podía parar de reír, imagínate después de 15 días de mal en peor, llegar y encontrarlo despierto ¡era un milagro!, estaba demasiado feliz (recuerdo que ese día la familia y personas de la iglesia estaban afuera del hospital y todos aplaudían y daban gloria a Dios).

Al día siguiente, me llamaron en la mañana para que fuera y lo encontré con una deficiencia para respirar, una máscara de oxígeno puesta y por momentos su cuerpo tenía reacciones involuntarias. El doctor se me acerco y me dice que su problema está en su mente, que le hablara y lo calmara porque de lo contrario no solo lo volvían a entubar, sino que le harían una traqueostomía. Fue un día y una noche muy difícil, donde subía sus pies hasta la cintura y su vientre sostenido con una espuma, llamada bag (sistema que le pusieron) se abría con ese esfuerzo y por los lados se podían ver un poco sus órganos, su mandíbula pegaba a su pecho y sus manos dobladas, literalmente parecía endemoniado, solo le recordaba la palabra “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” filipenses 4:13 y le decía que repitiera en su mente (porque él no podía hablar) llevo cautivo todo pensamiento a la obediencia en Cristo Jesús “2 corintios 10:5”

Yo le ayudaba a mi esposo a enderezarse, se quedaba dormido durante 20 minutos, y volvía a empezar su trastorno (otro doctor decía que la recaída era respiratoria y no de la mente) fue una noche que amanecí en UCI, oraba y alababa no solo porque lo sanara, sino porque lo llenará de pensamientos de paz y tranquilidad.

Al día siguiente, entubaron a mi esposo con orden de traqueostomía. ¡Esto fue uno de mis peores días! sentí un dolor profundo en mi corazón, sabiendo que después de haber tenido esa felicidad por encontrarlo despierto, ahora estaba en una peor condición, y más aún que pensaba “era el tiempo de su recuperación” pues mi petición se estaba cumpliendo, pero eso no fue así, ese no era el momento.

Dios puede CAMBIARTE EL PLAN, pero nunca va a cambiar su palabra. Orando por mi esposo, Dios me dio esta promesa “Mi pacto con él fue de vida y de paz, las cuales cosas yo le di para que me temiera; y tuvo temor de mí, y delante de mi nombre estuvo humillado” Malaquías 2:5 Esta palabra levanto mi fe.

No sé si estés viviendo momentos similares, ya que esta cuarentena a todos nos cogió por sorpresa, o el hecho que de un día para otro se haya extendido y puede ser que no sea una buena noticia para ti, quizás por tu negocio, alimentación, trabajo, personas a cargo o salud; sin importar el motivo pon tu confianza en el Señor que él cumplirá su promesa.

Así que cree con mucha fe, porque, aunque la tormenta esté aún más oscura que la primera, él sigue en tu barca y venga lo que venga no te dejará.

Recuerda cada día:

1. Escuchar su voz a través de su palabra (MIEDO A PERDER)

2. Da gracias y adóralo (A PESAR DE)

3. Regala perdón y permite que Dios sane tus heridas mirando a la cruz (AUNQUE NO CREAS)

4. Sin importar lo que pase, aviva tu fe y cree (CAMBIO DE PLANES)

“Pero para ustedes que temen mi nombre, se levantará el sol de justicia trayendo en sus rayos salud, y ustedes saldrán como becerros recién alimentados” Malaquías 4:2 (esta es una palabra que Dios le dio a mi hermana en medio de este suceso)

TE BENDIGO. Andrés Henao y Angela Vásquez

NO TE QUEDES CALLADO

Un mes después del disparo le hicieron una traqueostomía a mi esposo (los cirujanos estaban en desacuerdo, unos decían que la necesitaba y otros que no) ya te imaginaras como me sentía de confundida. Te cuento que con la traqueostomía ya podían intentar despertarlo nuevamente, el internista ordeno un acompañante permanente, con el fin de que no pasara lo que sucedió en el primer intento mencionado en el capítulo #4 CAMBIO DE PLANES.

Solo se podían entrar dos acompañantes, por eso su mama lo acompañaba de día y yo de noche. Con el tiempo él estuvo un poco más consciente, pero a diferencia de los otros días, esta vez no podía hablar, ya que la traqueostomía no se lo permitía, por eso le lleve un cuaderno y un lapicero, para que me escribiera lo que quisiera. En esos primeros días estaba muy débil y no era capaz de escribir, pues casi no se le entendía, con el paso de los días desde UCI me contó que esa no fue la única clínica en la que estuvo y me dibujaba teniendo claridad de lo que hablaba (en los próximos capítulos te contaremos).

La unidad de cuidados intensivos estaba totalmente llena, recuerdo que había personas adultas, al frente había un niño de aproximadamente 7 años, un joven de 17 años el cual tuvo un accidente en su moto y días después lo pasaron para hospitalización, porque no había nada para hacer y murió; también recuerdo un conductor de una tractomula que se voltio por velocidad en Copacabana, en fin, fueron muchas personas y varias murieron.

Te cuento esto porque yo era la única acompañante en la sala y me hubiera gustado entrar a abrazar al niño que estaba solo, ir a orar por ese joven, y dar una palabra de aliento a esos abuelos, pero obvio, no podía entrar a ningún lado, ya que mi esposo tenía una bacteria, estaba aislado y tampoco podía arriesgar su vida ni la de los otros pacientes, sin embargo mi corazón estaba muy sensible y desde el cubículo oraba por ellos y sus familiares.

Por lo general a las 2 o 3 de la mañana empezaban a activarse los monitores de varios pacientes, que presentaban paros respiratorios, realmente eran momentos miedosos, pero yo clamaba a Dios por ellos; los doctores se dedicaban a cada paciente 35 y hasta 40 minutos intentando estabilizarlos, ¡mi admiración total y agradecimiento por ellos! Pero al día siguiente cuando veía a sus familiares sentía un dolor profundo y solo pensaba que ellos no imaginaban la noche tan tormentosa que pasó su familiar entre la vida y la muerte.

Yo estaba en esa especie de cuarentena, por eso trataba de no acércamele a nadie, sin embargo cuando me hacían salir del cubículo por algún procedimiento (en las tardes), tuve la oportunidad de hablar con varios familiares y entre ellos con una chica que su mamá estaba en coma, ella era hija única, y sus tías la juzgaban; yo podía ver que ella no estaba bien, empecé a darle palabras de ánimo y fe, le aconseje que estimulara a la mamá, con masajes consintiéndola aunque estuviera en coma, que le cantara y le hablara al oído cosas bonitas de su amor por ella y de lo que podía agradecerle, también le dije que ellos podían recibir nuestras energías, si somos positivos, negativos o tenemos fe. Empecé a ver a la chica haciendo lo que le dije, pues su mamá estaba al lado de nosotros y como los cubículos son de vidrio podía ver todo, mi corazón se alegró porque Dios estaba obrando allí.

En 5 semanas en UCI, pasaron muchos pacientes, no se imaginan, pero hay una enseñanza que me quedo, y creo que aplica totalmente para esta cuarentena, seamos prudentes en el aislamiento y así cuidemos a nuestras familias y a los demás, pero sobre todo sirvamos a Dios y a otras personas, aun en tu aflicción puedes orar e interceder por otros que están en la misma condición que tu; si solo te enfocas en tu desierto vas a perder el norte que es Dios, quien nos dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” Mateo 22:39

Nuestro Padre, ama tanto las almas, que quizás te puso en esa circunstancia, para que puedas ayudar a otros que no lo conocen, con prudencia no pares de servir a Dios y a los demás. Dios nunca te va a exigir que des algo que desconoces, es decir, de lo que has recibido de él, de eso comparte. ¡sencillo!

Aprovecha cada segundo de esta cuarentena, para que conozcas mas de Dios, pero también compartas de lo que te ha entregado. Esa palabra que te salvó la vida, otro la esta necesitando ¡no te quedes callado!

“Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate de muchos.” Marcos 10:45

Recuerda cada día:

1. Escuchar su voz a través de su palabra (MIEDO A PERDER)

2. Da gracias y adóralo (A PESAR DE)

3. Regala perdón y permite que Dios sane tus heridas mirando a la cruz (AUNQUE NO CREAS)

4. Sin importar lo que pase, aviva tu fe y cree (CAMBIO DE PLANES)

5. Sirve a Dios y a los demás (NO TE QUEDES CALLADO)

Con amor, Andrés y Angelita

NO MÁS CARGAS

Como te compartí en el capítulo #5, debido a la gravedad de mi esposo, hacían reuniones para tomar decisiones con respecto a los procedimientos, sin querer yo me daba cuenta, que no se ponían de acuerdo y esto me angustiaba.

Un doctor me dijo que lo iban a intentar despertar por segunda vez para mirar si no era necesaria la traqueostomía y al siguiente día cuando lo llevaron al quirófano, la cirujana salió y me pregunto si yo sabía lo que le iban hacer, ya que tenía la orden programada de traqueostomía, ¿está de acuerdo? me pregunto nuevamente, mi respuesta siempre fue, “ustedes son los doctores hagan lo que tengan que hacer, pero si no es necesario no se la hagan” ella insistió que yo debía decir “sí o no”, entonces le conteste igual, yo no soy doctora y no puedo tomar esa decisión, si es necesaria por favor hágala, de lo contrario no. Yo considero que ella no estaba de acuerdo en realizarla. (muy seguramente en los comentarios escribió que yo no autorice).

Al siguiente día, el doctor que estaba a cargo se alegró de la decisión y el enfermero me contó que los internistas decían, “él ya tiene demasiados huecos en su cuerpo para hacerle uno más con la traqueostomía y no la necesita”

Una semana y media después me encontré con el doctor que le había ordenado la cirugía de traqueostomía a mi esposo, el cual estaba bastante indignado de que no le hubieran realizado dicha cirugía y más porque la familiar “no estaba de acuerdo”. Este doctor me vio como si me quisiera matar, creo que sintió, que yo pisoteé su ego y su trayectoria en la medicina, él no paraba de gritarme “usted quien se cree, yo soy doctor hace más de 27 años, si digo que a él se le debe hacer algo, es porque es así y punto, igualada, no se da cuenta como esta de mal, todo cae bajo su responsabilidad, es más, él no se ha mejorado por su culpa, no meta más a Dios en esto…”

Estas palabras causaron una carga tan grande, que mi corazón y mi cuerpo no podían con ella, no era capaz de hablar, sino que, por primera vez en la habitación de mi esposo, no paraba de llorar mientras el doctor hablaba, la terapeuta de respiración estaba presente “le decían coronel” ¡ya se imaginaran lo brava! pero fue tan fuerte el momento que ella me abrazó y le decía al doctor que se calmara.

La vida siempre va a traer cargas, cosas que te angustien o te roben la paz, por eso nuestro Señor Jesús dijo: “Vengan a mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar. Mateo 11:28”

Cuando llegue a casa después de ese día, estaba inconsolable, me arrodille y solo llore, hable desde mi corazón a Dios, porque mis labios ni siquiera podían pronunciar palabra. Abrí los salmos y esto fue lo que encontré: “No pongan su confianza en gente poderosa, en simples mortales, que no pueden salvar. Salmos 146:3” continúe llorando, pero ya era por agradecimiento. (Este capítulo de salmos habla de bienaventurado aquel que pone su esperanza y confianza en Dios y exalta la justicia de Dios) Te aseguro que Dios en ese momento, se llevó mi carga y me recargo de nuevas fuerzas.

Dios quiere llevar estas preocupaciones que tienes en esta cuarentena, llenarte de paz en momentos de dificultad. Jesús fue a la cruz, por ti y por mí, si acudes a él, se llevará tu carga, como también ese sentimiento de culpabilidad y vergüenza que no te deja avanzar.

La vida está llena de afanes y cargas, aunque no creas esa es una verdad que pocos entienden, ¡porque no es un secreto!, solo tienes que arrodillarte y abrir tu corazón, contarle a Dios cómo te sientes y recibirlo como Señor y salvador, quien llevó cada error por ti y en vez de un castigo quiere llenarte de paz y darte una vida en abundancia. “Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia. Juan 10:10”

Esta cuarentena es un buen momento para que aprendas a depender de Él, no lleves cargas que solo Jesús puede cargar.

Recuerda cada día:

1. Escuchar su voz a través de su palabra (MIEDO A PERDER)

2. Da gracias y adóralo (A PESAR DE)

3. Regala perdón y permite que Dios sane tus heridas mirando a la cruz (AUNQUE NO CREAS)

4. Sin importar lo que pase, aviva tu fe y cree (CAMBIO DE PLANES)

5. Sirve a Dios y a los demás (NO TE QUEDES CALLADO)

6. Entrega en oración tus cargas a Dios (NO MAS CARGAS)

TE BENDIGO. Andrés Henao y Ángela Vásquez

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